Investigadores españoles y británicos han identificado los daños estructurales a escala molecular que provoca el alcoholismo. Las conclusiones podrían explicar gran parte de las alteraciones de comportamiento, cognitivas y de aprendizaje atribuidas a las personas que sufren alcoholismo.
Fuente original: 20minutos.es | 17/06/201
Los daños del consumo excesivo de
alcohol son de sobra conocidos. Ahora, investigadores de la Universidad
del País Vasco (UPV/EHU) y la Universidad de Nottingham (Reino Unido)
han identificado los daños estructurales a escala molecular que provoca
este exceso en el cerebro, lo que abre las vías a generar nuevas
terapias para reducir la morbimortalidad derivada del alcoholismo.
En concreto, según han explicado
en la revista PLoS One, han determinado las alteraciones que se producen
en las neuronas de la zona prefrontal del cerebro, la zona
evolutivamente más avanzada y que controla las funciones ejecutivas
tales como la planificación y el diseño de estrategias, la memoria de
trabajo, la atención selectiva o el control de la conducta.
Para ello, analizaron los cerebros
de 20 personas fallecidas en las que se había diagnosticado un
abuso/dependencia alcohólica y otras 20 no alcohólicas. En el estudio de
la corteza prefrontal, los investigadores detectaron alteraciones del
citoesqueleto neuronal en los cerebros de pacientes alcohólicos, en las
proteínas alfa y beta tubulina y espectrina beta II.
Los investigadores utilizaron
técnicas de microscopía óptica para ver como las neuronas de la zona
prefrontal en los cerebros de los pacientes alcohólicos estaban
alteradas respecto a los cerebros de pacientes no alcohólicos.
En el siguiente paso, el equipo de
investigación utilizó técnicas de proteómica para marcar cuáles son las
proteínas modificadas en esas neuronas. Así determinaron que los
elementos alterados pertenecen a las familias de proteínas denominadas
tubulinas y espectrinas. Las tubulinas conforman el citoesqueleto de las
neuronas, su arquitectura y las espectrinas tienen como función el
mantenimiento de la forma celular. De esta manera, ambas facilitan la
relación y la actividad entre los componentes de la red neuronal del
cerebro.
Con el objetivo de cuantificar la
cantidad de proteína existente en cada muestra, emplearon la técnica
Western blot. Así, comprobaron que los niveles de proteínas estaban
reducidos como consecuencia del daño producido por el etanol. Y gracias a
la espectrometría de masas lograron confirmar la identificación exacta
de las proteínas afectadas.
¿Una explicación a las alteraciones de comportamiento?
Los cambios de la estructura
neuronal inducidos por el etanol podrían afectar a la organización,
capacidad de relación y funcionamiento de la red neuronal, y podrían
explicar gran parte de las alteraciones de comportamiento, cognitivas y
de aprendizaje atribuidas a las personas que sufren alcoholismo. Los
autores reconocen que la descripción de los daños y alteraciones,
detectadas por primera vez a nivel molecular en la zona prefrontal del
cerebro, es el primer paso para investigar en otros campos.
Entre los nuevos objetivos que se
plantean, destacan tratar de dar con el mecanismo concreto por el cual
el alcohol produce estas alteraciones, determinar cuáles son las
posibles alteraciones que sufren las enzimas encargadas de regular el
funcionamiento de estas proteínas, y si estos procesos también ocurren
en otras partes del cerebro, por ejemplo, aquellas que controlan el
funcionamiento motor.
El objetivo final es identificar
estos cambios moleculares para poder relacionarlos con los procesos de
abuso y dependencia al alcohol, por un lado; y, por otro, generar nuevos
fármacos u otras opciones terapéuticas que reviertan las alteraciones
producidas por el alcohol, mejorando la vida de las personas alcohólicas
y disminuyendo la incidencia de la mortalidad derivada del alcoholismo.
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