Los autores del trabajo, cuyas conclusiones publica la revista Adicciones, analizaron datos de más de 30.183 estudiantes de 14 a 18 años, procedentes de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias de 2008, de los que un 6,7% había conducido tras beber alcohol.
Aunque este porcentaje podría parecer pequeño, según ha reconocido a 'Sinc' José Julián Escario Gracia, autor del estudio, hay que tener en cuenta que la edad media de los participantes era de 15,6 años y, por tanto, había pocos que contaran con permiso de conducir por lo que la cifra es "considerable".
Al analizar el perfil de los padres, vieron que si los padres consumen alcohol es más probable que sus hijos acaben conduciendo bajo sus efectos, lo que evidencia que la prevención es también responsabilidad de los padres, ya que su conducta influye en sus hijos. Esta conducta arriesgada es más frecuente en chicos que en chicas, y también en adolescentes de mayor edad.
Además, de los resultados puede derivarse que las campañas informativas sobre los peligros de la conducción bajo los efectos del alcohol funcionan. "Algunos han mostrado su escepticismo sobre este tema, pero a la luz del trabajo realizado, parece que sí reducen la probabilidad de conducir bebido entre los adolescentes", afirma el autor.
El experto sostiene además que para que éstas tengan éxito deberían hacer mayor énfasis entre los adolescentes masculinos, los de mayor edad y los que no estudian bachillerato, ya que son los grupos con mayor prevalencia de la conducta analizada. Asimismo, según los autores, si se incluyeran a los padres podría obtener mejores resultados.
Menos consumo entre quienes viven con sus madres
El estudio mostró además que el porcentaje de adolescentes que conduce bajo los efectos del alcohol era inferior entre los que viven con sus madres, algo que según Escario puede deberse al "rol tradicional de la madre, caracterizado entre otros rasgos por el cuidado de los hijos".De hecho, otros autores han encontrado que la socialización maternal está relacionada con bajos consumos de tabaco y alcohol. En cuanto a las características escolares, las campañas informativas en los centros escolares sobre las consecuencias del alcohol y otras drogas reducen la probabilidad de que el estudiante conduzca bajo sus efectos.
Dicha relación se observa en mayor medida entre los varones y los adolescentes más jóvenes. "Por otra parte, resulta curioso el resultado que relaciona positivamente el estar en un colegio interno y una mayor tendencia a llevar a cabo esta conducta de riesgo", ha subrayado.
"Predictores de la conducción bajo los efectos del alcohol entre los adolescentes españoles; Adicciones; 2014, Volumen 26, Número 2
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