Entre 750.000 y un millón de personas consumen habitualmente drogas por vía parenteral (inyectada).
Fuente: elmundo.es/elmundosalud
En Europa, entre 750.000 y un millón de personas consumen drogas por vía parenteral (inyectada). El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) apunta a que el uso de sustancias tóxicas a través de jeringuillas está disminuyendo en la mayor parte de los países europeos o, al menos, permanece estable.
Esto significa que programas como "el intercambio de jeringuillas, pensados para reducir las lesiones relacionadas con la inyección (enfermedades infecciosas como el VIH), están llegando a muchas de las personas que lo necesitan", según desvelan los expertos que han elaborado el informe.
En total, 26 estados han remitido sus datos sobre los consumidores de drogas que ingresaron en centros de tratamiento en el año 2007. El 33% de estos pacientes admitía que utilizaban normalmente la vía parental para la droga principal. El porcentaje oscila entre el 2% en los Países Bajos y el 93% en Lituania.
Según el informe del Observatorio Europeo de las Drogas, el consumo de drogas inyectadas está muy relacionado con los opiáceos (la marihuana). Concretamente, el 45% de quienes empiezan a recibir tratamiento por esta adicción declara su administración por vía parenteral.
Entre los pacientes cuya droga princial es la cocaína, el 8% indica que suelen administrársela por vía parenteral. En los países (Finlandia, Suecia, República Checa y Eslovaquia) en los que los consumidores de anfetaminas suponen la mayoría de este tipo de pacientes, entre el 41% y el 83% de ellos informan que se las administran por vía parenteral.
Los datos de las personas que empezaron a recibir su primer tratamiento entre 2002 y 2007 indican que la tendencia a inyectarse disminuyó entre los consumidores de cocaína como droga principal y se estabilizó entre los que consumían anfetaminas.
Gracias a esta tendencia, en los estados miembros de la Unión Europea, las tasas de casos de infección por el VIH atribuida al consumo de drogas por vía parenteral permanecen más o menos estables y en niveles bajos, o en declive.
Informes como éste no sólo estiman la prevalencia y las tendendencia de esta práctica sino que valoran los esfuerzos que los países hacen para reducirla. Concretamente los distintos gobiernos europeos se han centrado en el tratamiento farmacológico, en particular la terapia de sustitución con opiáceos, que es la forma más eficaz de reducir el consumo por vía inyectada.
Fuente: elmundo.es/elmundosalud
En Europa, entre 750.000 y un millón de personas consumen drogas por vía parenteral (inyectada). El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) apunta a que el uso de sustancias tóxicas a través de jeringuillas está disminuyendo en la mayor parte de los países europeos o, al menos, permanece estable.
Esto significa que programas como "el intercambio de jeringuillas, pensados para reducir las lesiones relacionadas con la inyección (enfermedades infecciosas como el VIH), están llegando a muchas de las personas que lo necesitan", según desvelan los expertos que han elaborado el informe.
En total, 26 estados han remitido sus datos sobre los consumidores de drogas que ingresaron en centros de tratamiento en el año 2007. El 33% de estos pacientes admitía que utilizaban normalmente la vía parental para la droga principal. El porcentaje oscila entre el 2% en los Países Bajos y el 93% en Lituania.
Según el informe del Observatorio Europeo de las Drogas, el consumo de drogas inyectadas está muy relacionado con los opiáceos (la marihuana). Concretamente, el 45% de quienes empiezan a recibir tratamiento por esta adicción declara su administración por vía parenteral.
Entre los pacientes cuya droga princial es la cocaína, el 8% indica que suelen administrársela por vía parenteral. En los países (Finlandia, Suecia, República Checa y Eslovaquia) en los que los consumidores de anfetaminas suponen la mayoría de este tipo de pacientes, entre el 41% y el 83% de ellos informan que se las administran por vía parenteral.
Los datos de las personas que empezaron a recibir su primer tratamiento entre 2002 y 2007 indican que la tendencia a inyectarse disminuyó entre los consumidores de cocaína como droga principal y se estabilizó entre los que consumían anfetaminas.
Gracias a esta tendencia, en los estados miembros de la Unión Europea, las tasas de casos de infección por el VIH atribuida al consumo de drogas por vía parenteral permanecen más o menos estables y en niveles bajos, o en declive.
Informes como éste no sólo estiman la prevalencia y las tendendencia de esta práctica sino que valoran los esfuerzos que los países hacen para reducirla. Concretamente los distintos gobiernos europeos se han centrado en el tratamiento farmacológico, en particular la terapia de sustitución con opiáceos, que es la forma más eficaz de reducir el consumo por vía inyectada.
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