jueves, 19 de agosto de 2010

Identificada una proteína que puede desencadenar el proceso de adicción a la cocaína


Llamada MeCP2, hasta ahora se había relacionado con el síndrome de Rett.

Fuente: JANO.es

Científicos del Scripps Research Institute (Estados Unidos) han identificado una proteína, hasta ahora sólo relacionada con un tipo de retraso mental, que desencadena el proceso de adicción a la cocaína en el cerebro.

Los resultados, publicados en Nature Neuroscience, han demostrado que la proteína MeCP2 interactúa con un tipo de material genético conocido como microARN para controlar la motivación individual para consumir cocaína. Esta proteína embota la cantidad por la que el microARN-212 (MiR-212) crece en respuesta a la cocaína, ha explicado el director del estudio, Paul Kenny, profesor del departamento de Terapia Molecular del citado centro.

Estudios previos habían demostrado que el microARN-212 resulta protector frente a la adicción a la cocaína. Por tanto, la conclusión es que la MeCP2 puede regular la vulnerabilidad a la adicción en algunas personas a través de su influencia inhibidora en miR-212. Sin esta influencia, la expresión de miR-212 sería mucho mejor en respuesta a la cocaína y el riesgo de adicción mucho menor.

Es la primera vez que se observa el papel regulador de esta proteína para la adicción, aunque ya antes se había demostrado su relación con el síndrome de Rett, un trastorno progresivo de neurodesarrollo y una de las causas más comunes de retraso mental en mujeres.

Estos nuevos resultados vienen a confirmar otro estudio realizado en este centro por el Dr. Kenny, publicado en Nature acerca de que el miR-212 ejerce una influencia sobre la respuesta a la droga en ratas. El estudio demostró que los animales con una mayor expresión de este conjunto de ARN no-protéicos, tenían una menor motivación para consumir cocaína, lo que señalaba el efecto protector del miR-212.

Los resultados actuales significan un avance en este campo, porque demuestran por qué el miR-212 no siempre es totalmente protector, pues la investigación ha comprobado que se debe a la influencia de la proteína MeCP2.

Nature Neuroscience 2010;doi:10.1038/nn.2615

No hay comentarios: