Un seguimiento realizado por investigadores del Germans Trias i Pujol a personas diagnosticadas de esta patología revela, además, que el 16,9 por ciento de los pacientes falleció en el primer mes y el 39,3 por ciento, antes del año.
El 36 por ciento de los pacientes diagnisticados de hepatitis
alcohólica fallecen en los primeros seis meses, según ha mostrado un
estudio realizado por un grupo de expertos del Servicio de Aparato
Digestivo del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona),
liderados por la doctora Ana Bargalló.
Para llevar a cabo esta investigación, publicada en la Revista Española de Enfermedades Digestivas, se realizó un seguimiento de cinco años a pacientes ingresados y diagnosticados de hepatitis alcohólica. De esta forma, los expertos comprobaron que el 16,9 por ciento de los pacientes murió el primer mes; el 36,1 por ciento a los 6 meses y el 39,3 por ciento al año.
Se trata de enfermedad muy grave asociada directamente al consumo elevado y prolongado de alcohol y, aunque su incidencia se desconoce, se calcula que afecta aproximadamente a un 20 por ciento de las personas que tienen un consumo de alcohol importante.
Y es que, a aunque la hepatitis alcohólica tiene tratamiento, la mayoría de las personas presentan también cirrosis y otras enfermedades hepáticas, por lo que dificulta el tratamiento y, por ende, la curación.
De hecho, este estudio ha reflejado que aproximadamente una cuarta parte de los pacientes que fallecieron lo hicieron en los primeros 15 días de ingreso, cifra que representa el 64 por ciento de la mortalidad intra hospitalaria.
En concreto, sólo sobreviven más de cinco años el 58 por ciento de los pacientes con hepatopatía alcohólica, el 49 por ciento de pacientes con cirrosis provocada por el consumo de alcohol y el 33 por ciento de pacientes con Hepatitis Alcohólica sobre una cirrosis previa. Esta enfermedad suele aparecer a los 40 y 60 años de edad y afecta especialmente a los hombres.
"No debe asociarse con la marginalidad o las borracheras ya que existe un bebedor social capaz de ingerir a lo largo del día cantidades elevadas de alcohol sin ser consciente de ello ni llegar nunca a estar ebrio, pero que está poniendo su salud en peligro" ha explicado el experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), Miguel Ángel Simón Marco.
Por ello, el experto ha destacado la necesidad de diagnosticar precozmente esta enfermedad y, al mismo tiempo, iniciar "de toma temprana" los tratamientos a los pacientes con peor pronóstico. En este sentido, ha informado de que actualmente existen diferentes índices pronósticos que permiten, a través de la medición de parámetros como la bilirrubina, la función renal o la creatinina, clasificar al paciente y empezar a actuar.
"Por otro lado, la abstinencia al alcohol es un punto clave del tratamiento. Si no se consigue, los tratamientos serán poco efectivos y lo más importante, puede dificultar la realización de otros tratamientos como el trasplante hepático", ha apostillado, para informar de que en el estudio sólo un 31,4 por ciento dejaron de beber y tuvieron una tendencia a "mejorar" la supervivencia.
Para llevar a cabo esta investigación, publicada en la Revista Española de Enfermedades Digestivas, se realizó un seguimiento de cinco años a pacientes ingresados y diagnosticados de hepatitis alcohólica. De esta forma, los expertos comprobaron que el 16,9 por ciento de los pacientes murió el primer mes; el 36,1 por ciento a los 6 meses y el 39,3 por ciento al año.
Se trata de enfermedad muy grave asociada directamente al consumo elevado y prolongado de alcohol y, aunque su incidencia se desconoce, se calcula que afecta aproximadamente a un 20 por ciento de las personas que tienen un consumo de alcohol importante.
Y es que, a aunque la hepatitis alcohólica tiene tratamiento, la mayoría de las personas presentan también cirrosis y otras enfermedades hepáticas, por lo que dificulta el tratamiento y, por ende, la curación.
De hecho, este estudio ha reflejado que aproximadamente una cuarta parte de los pacientes que fallecieron lo hicieron en los primeros 15 días de ingreso, cifra que representa el 64 por ciento de la mortalidad intra hospitalaria.
En concreto, sólo sobreviven más de cinco años el 58 por ciento de los pacientes con hepatopatía alcohólica, el 49 por ciento de pacientes con cirrosis provocada por el consumo de alcohol y el 33 por ciento de pacientes con Hepatitis Alcohólica sobre una cirrosis previa. Esta enfermedad suele aparecer a los 40 y 60 años de edad y afecta especialmente a los hombres.
"No debe asociarse con la marginalidad o las borracheras ya que existe un bebedor social capaz de ingerir a lo largo del día cantidades elevadas de alcohol sin ser consciente de ello ni llegar nunca a estar ebrio, pero que está poniendo su salud en peligro" ha explicado el experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), Miguel Ángel Simón Marco.
Por ello, el experto ha destacado la necesidad de diagnosticar precozmente esta enfermedad y, al mismo tiempo, iniciar "de toma temprana" los tratamientos a los pacientes con peor pronóstico. En este sentido, ha informado de que actualmente existen diferentes índices pronósticos que permiten, a través de la medición de parámetros como la bilirrubina, la función renal o la creatinina, clasificar al paciente y empezar a actuar.
"Por otro lado, la abstinencia al alcohol es un punto clave del tratamiento. Si no se consigue, los tratamientos serán poco efectivos y lo más importante, puede dificultar la realización de otros tratamientos como el trasplante hepático", ha apostillado, para informar de que en el estudio sólo un 31,4 por ciento dejaron de beber y tuvieron una tendencia a "mejorar" la supervivencia.
Revista Española de Enfermedades Digestivas (2013); Volumen 105 / Número 9
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