jueves, 4 de julio de 2013

Los alumnos brillantes fuman menos, según un estudio de la Universidad Carlos III

Los investigadores relacionan el rendimiento escolar con el hábito tabáquico: cuanto menor es el primero, mayor es el segundo.

Fuente original: JANO.es


¿En qué medida ciertos factores, como el rendimiento académico, el nivel de estudios de los padres, el estar matriculados en un centro público o privado o el hecho de tener o no permiso para fumar, aumenta las probabilidades de que los adolescentes consuman tabaco? Éstas son algunas cuestiones que han abordado los científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) en una investigación realizada en colaboración con el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid, el Instituto de Salud Carlos III y la Universidad Autónoma de Madrid. Los resultados del estudio se publican en Nicotine & Tobacco Research.

“Hemos encontrado que el consumo de tabaco es tres o cuatro veces más frecuente en los alumnos con un rendimiento muy bajo que en los que sacaban mejores notas”, revela una de las autoras del estudio, María Durbán, del Departamento de Estadística de la UC3M. Durbán también destaca la importancia que tiene la tolerancia de los padres, ya que en el caso de los alumnos que afirmaban no tener permiso para fumar la probabilidad de consumir tabaco se reducía casi a la mitad.

Los investigadores no consideran que la titularidad del centro educativo (público o privado) o el nivel de estudios de los progenitores constituyan factores que aumenten la probabilidad de fumar. Sin embargo, sí han observado que la probabilidad de fumar es superior en aquellos hogares donde algún familiar consume tabaco.

Políticas preventivas

Esta investigación forma parte de una aproximación más amplia que analiza los factores individuales y de contexto asociados al tabaquismo en los Institutos de Educación Secundaria (IES). Otro trabajo publicado por los investigadores en la revista Prevention Science concluye que la prohibición de fumar y las políticas preventivas en IES contribuyen a reducir significativamente el riesgo de llegar a ser fumador, con independencia de las características personales del adolescente.

Para realizar estos estudios, los investigadores recogieron información mediante un cuestionario dirigido a una muestra representativa de alumnos de 4º de ESO de la Comunidad de Madrid (9.127 estudiantes de 203 centros). Por otro lado, entrevistaron a los directores de casi un centenar de centros escolares para recabar información relacionada con las políticas del centro. El análisis de los datos se basó en modelos de regresión multinivel, que permiten combinar información obtenida a distintos niveles de agregación (a nivel individual y a nivel del centro educativo).
Nicotine & Tobacco Research (2013); doi: 10.1093/ntr/ntr174

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