jueves, 9 de octubre de 2014

El cigarrillo electrónico: ¿Una alternativa al tabaco tradicional?


  La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) ha expresado su satisfacción por las principales conclusiones del informe sobre cigarrillos electrónicos presentado la semana pasada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las que destacan la prohibición de su uso en locales cerrados, de su venta a menores y el control de la publicidad sobre los mismos, medidas que la entidad ya había reivindicado meses atrás.

  Como indica la coordinadora del Grupo de Trabajo de Abordaje al Tabaquismo (GAT), Ana María Furió, "en ausencia de estudios que avalen su utilidad para dejar de fumar, el cigarrillo electrónico no puede ser nunca equiparado con un producto médico.Somos partidarios de la prohibición total de su publicidad y uso en todos los espacios públicos cerrados".

  El GAT manifiesta que "no se sabe si los cigarrillos electrónicos son más seguros que los clásicos, por lo que actualmente no se puede incentivar su utilización". Asimismo, establece que "se deben evaluar los efectos de las diferentes sustancias que llevan y la inhalación de estas varias veces al día durante meses o años". A corto plazo hay un estudio que ha mostrado "efectos fisiológicos adversos sobre la función pulmonar en voluntarios sanos", sin que sea posible establecer claramente su relevancia clínica, y sin valorar los efectos a largo plazo de la exposición continuada.

Por otro lado, advierte de que contienen nicotina, y de que todo apunta a que están compuestos por otros productos "tóxicos para la salud". Además, alerta el GAT, "pueden suponer una puerta de entrada al consumo de tabaco entre los jóvenes, volver a normalizar el tabaquismo, o convertir a los ex fumadores en consumidores de cigarrillos electrónicos, evitando la abstinencia completa y exponiendo su salud a un nuevo y desconocido tóxico".

  A todo esto hay que añadir que solo un 20% de los usuarios de los cigarrillos electrónicos están satisfechos con su uso y un 75% de los usuarios de este cigarrillo continúa fumando tabaco convencional.
  Así se desprende de un estudio publicado en la revista BMJ  sobre el uso de los cigarrillos electrónicos en Barcelona.
“El alto porcentaje de ‘uso dual’ de los cigarrillos electrónicos con el tabaco convencional, así como la baja satisfacción con su uso, compromete la efectividad del cigarrillo electrónico para dejar de fumar”, tal y como ha manifestado al respecto el investigador principal del estudio, el Dr. Martínez-Sánchez.

  En resumen, lo que se desprende de estos estudios es que no existe evidencias que avalen su eficacia para dejar de fumar como tampoco se puede asegurar que sean realmente inofensivos para la salud. 

 



  

1 comentario:

Droga Cero dijo...

El problema ahora por el cigarrillo electrónico es que muchas tiendas de estas están cerrando. Lo que pasa es que son sitios a los que se va una vez, y claro, una vez todos tienen su cigarrillo, qué vendes? Y ahí es cuando estos establecimientos quiebran ya que se quedan sin clientes. Una pena, pero me parece que no se convertirá en una alternativa. Entre otras cosas, porque tampoco interesa a las grandes tabacaleras.
Un saludo.