jueves, 11 de septiembre de 2008

Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal


El trastorno del espectro alcohólico fetal es una de las causas más frecuentes de retraso mental de los niños, y afecta a 1% de la población europea.
Fuente: JANO.es


Nueve son los meses que dura un embarazo. Por ello, el día 9 del 9 se celebra en el Parlamento Europeo el Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal, una jornada de sensibilización internacional sobre el trastorno del espectro alcohólico fetal.
Según el Dr. Francisco Pascual Pastor, miembro de la Junta Directiva de Socidrogalcohol y coordinador asesor técnico de Federación de Alcohólicos Rehabilitados, "desde hace muchísimos años se sabe que el consumo de alcohol durante el embarazo produce retraso mental y malformaciones al nacer, pudiendo afectar al 1% de la población de la Europa de los 27 (casi 5 millones de personas), aunque no obstante este síndrome es prevenible en un 100%. El término "trastorno del espectro alcohólico fetal" describe los diferentes síntomas que aparecen de forma individual en aquellos niños cuyas madres han estado consumiendo bebidas alcohólicas durante el embarazo, incluyendo complicaciones físicas, psíquicas, conductuales, alteraciones en el aprendizaje y posibles secuelas a lo largo de la vida".
Para el Dr. Pascual "el trastorno del espectro alcohólico fetal es una alteración del desarrollo devastadora, que afecta a los hijos de madres que abusaron del alcohol durante el embarazo. Aunque es completamente prevenible, a pesar de nuestro creciente conocimiento de los efectos de la exposición al alcohol prenatal, siguen naciendo niños expuestos a dosis elevadas de alcohol. Sus consecuencias afectan al individuo, la familia y la sociedad. Los costes son tremendos, tanto en el plano personal como financiero y es necesario desarrollar y difundir tratamientos eficaces y estrategias de prevención".
Sin embargo, aunque muchas mujeres se abstienen del alcohol durante el embarazo, todavía hay un número importante de gestantes que siguen consumiendo bebidas alcohólicas durante el embarazo, con cifras de entre un 25% en España a un 35-50% en Holanda o incluso más en Reino Unido e Irlanda.
Por este motivo es importante una campaña de sensibilización sobre este hecho. Durante el día de hoy y organizadas por EUROCARE, en el Parlamento Europeo de Bruselas se van a desarrollar una serie de conferencias para actualizar y reflexionar sobre las medidas a tomar para prevenir en la medida de lo posible la aparición de estos síntomas, o lo que es lo mismo, concienciar a las mujeres para que no consuman bebidas alcohólicas si se quedan embarazadas.
Para el Dr. Pascual "los últimos estudios revelan que la gravedad de los síntomas, es mayor que los avances de los investigadores en recuperar estas alteraciones. Y es que la afectación, sobre todo neurológica, que produce el alcohol en el cerebro fetal, puede perdurar hasta la edad adulta. La causa es la alteración de los péptidos, las neurotrofinas, la exposición al alcohol durante el período de formación fetal puede ser especialmente destructiva para estas neurotrofinas.
Estos péptidos desempeñan un papel importante en el proceso de aprendizaje y en la memoria, y aunque se sabe que actuaciones como la estimulación precoz o el entrenamiento pueden ser beneficiosas, este beneficio es menos evidente si el daño está producido por el alcohol, por lo que estos nuevos estudios inciden más si cabe en la necesidad de abstenerse de bebidas alcohólicas durante el embarazo".
No se sabe que dosis de etanol puede ser lesiva, ni si existe una dosis lesiva de necesidad, pues cada mujer responde de forma individual, lo que sí se sabe es que la causa es el efecto directo del alcohol sobre el feto, por lo que no se precisa que la mujer sea alcohólica para que el niño sufra un síndrome alcohólico fetal, sólo que la medre beba durante el embarazo. Por ese motivo el consejo obstétrico es el de "consumo cero" durante el período de gestación.
El embrión o feto alcanza la misma tasa de alcoholemia (gramos de alcohol por litro de sangre) que la madre, ya que el etanol pasa sin dificultad la barrera placentaria. "Sabemos, además –añade el citado experto-, que no se producen alteraciones genéticas y que no es una patología hereditaria. La forma de actuar es la siguiente: el etanol, disminuye la cantidad de glucosa, importante para la alimentación fetal, además produce una alteración en las cadenas de aminoácidos, estos aminoácidos configuran las proteínas y las proteínas a su vez forman los tejidos, dependiendo del momento de gestación se afectarán distintas cadenas proteicas por lo que originarán malformaciones en los tejidos y en los órganos que se están formando en ese momento".
El acetaldehído, como principal metabolito del alcohol y las alteraciones enzimáticas provocadas tanto por esta sustancia como por el etanol, acabará de propiciar la aparición de estas alteraciones.
Por ejemplo si el consumo se produce durante las 10 primeras semanas se producen malformaciones:
Cardíacas (10-20%): C.I.A., C.I.V., tetralogía Fallot, canal atrioventricular.
Renales (5-10%): aplasia, ectopia e hidronefrosis.
Genitourinarias: hipospadias, criptorquidia o vagina doble.
Esqueléticas: falanges ausentes, sinóstosis, pectus excavatum, escoliosis.
De piel y faneras: hirsutismo, angiomas tuberosos o fosita sacra.
Alteraciones del sistema nervioso, oculares y de la boca.
Tumores embrionarios: hepatoblastoma y neuroblastoma.
Si es durante el tercer trimestre: disminución peso y talla. Y si se produce entre la semana 12 y 18 pueden aparecer alteraciones del Sistema Nervioso Central.
La clínica se completa con un dismorfismo craneofacial característico y consistente en microcefalia, lesiones cerebrales, hirsutismo frontal, ptosis, estrabismo, miopía, epicantus, oblicuidad antimongoloide, nariz aplastada, silla de montar e hipoplasia mandibular, paladar alto, boca grande y labios finos; además de un desarrollo psicomotor deficiente o límite (borderline), inquietud, hiperexcitabilidad e insomnio. El coeficiente intelectual se sitúa en torno a 50–80, se evidencia una disminución APGAR en el momento del nacimiento, un déficit en el crecimiento tanto intrauterino como posnatal con bajo peso y talla.
También se ha podido evidenciar que, a mayor tiempo y cantidad de ingesta de alcohol por parte de la madre, la clínica será más abundante y las alteraciones más graves y menos reversibles. Aunque no es necesario que la madre sufra un trastorno por dependencia al alcohol, la clínica será más evidente en madres alcohólicas de larga evolución e incluso se incrementará el número de abortos espontáneos y de mortinatos.

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