Con este blog el Plan de Prevención de Drogas de la Comarca de la Sidra pretende contribuir a la difusión de noticias, convocatorias, actividades, jornadas formativas y documentación interesante sobre las drogas.
miércoles, 28 de abril de 2010
España, segunda productora mundial de opio legal
Nuestro país es, tras Australia, el principal productor de opio legal. Hay unas 12.000 hectáreas cultivadas.
Fuente: elmundo.es
Autor: Lucía Martín
Cuando uno circula por las carreteras suele ver, desde la ventanilla del coche, extensiones de vides, olivos, invernaderos cubiertos de plástico... pero no se imagina que al borde de la ruta puedan crecer amapolas, y no las silvestres sino ésas otras tan famosas por ser las plantas de las que se obtiene el opio.
En el término municipal de Córdoba, en Puente Genil, en Écija (Sevilla), en Málaga, en las dos Castillas... se estima que unas 12.000 hectáreas de terreno en España están dedicadas al cultivo de adormidera ("Pavaer Somniferum Var. Nigrum"). No en vano, nuestro país es, por detrás de Australia, el segundo productor mundial de opio legal destinado a la fabricación de morfina, codeína, etc.
Las plantaciones no suelen salir en la tele, como pasa con las de Afganistán más mediáticas por ser consideradas ilegales. Y, sin embargo, esta planta lleva en nuestro país desde hace mucho tiempo: la primera autorización para la fabricación de alcaloides derivados del opio se otorgó en 1934 a Fábrica de Productos Químicos y Farmacéuticos Abelló.
A principios de los 70 se constituyó Alcaliber, la empresa que controla el mercado en España: desde la siembra y recolección de la planta hasta la elaboración de la materia prima que posteriormente, y controlada por el Ministerio de Sanidad, se envía a los laboratorios farmacéuticos.
"En los años 70 se generó un grave problema de abastecimiento de estupefacientes a nivel mundial por lo que Australia y España fueron requeridas para que se involucraran en el cultivo de adormidera y poder remediar así la escasez de estas materias", relata el documento facilitado por el Ministerio de Sanidad sobre la actividad de Alcaliber. Y así fue como nos subimos al carro del cultivo del que el Estado denomina opio legal�
La producción
Pero vayamos por partes: el opio y la paja de adormidera son las materias primas de las que se extraen alcaloides como la morfina, la tebaína y la codeína. Ambas materias vienen de la adormidera: el opio bruto es el látex que se obtiene al practicar incisiones en las cápsulas verdes de la planta y se considera paja de adormidera todas las partes de la planta después de cortada, salvo las semillas. La morfina, por ejemplo, es el alcaloide que predomina en la paja de adormidera. La codeína, presente en marcas como Termalgiu, Cod-Efferalgán o Dolomedil, es el alcaloide del opio más utilizado.
Alcaliber, sociedad anónima cuyo principal accionista es Juan Abelló, contrata la producción de la amapola a agricultores de las diferentes comunidades autónomas pero todo el proceso está sometido al control del Ministerio de Sanidad.
Quizás eso explique que cuando un periodista se dirige a la empresa para obtener información, ésta delega amablemente en el Ministerio: "Si ellos no nos autorizan, no podemos decir nada", comenta la secretaria del director general. "Nuestra actividad es muy delicada, por eso no facilitamos información, al fin y al cabo son estupefacientes, no se puede decir nada", explica en conversación telefónica José Antonio de la Puente, director general de la compañía.
La Administración, a través de los Ministerios de Sanidad e Interior, ejerce un estricto control en todo el proceso: los agricultores deben, por ejemplo, ser autorizados por ambos organismos para cultivar la amapola. Así mismo, tanto la fábrica de la compañía, localizada en Toledo, como los diferentes cultivos, pueden estar custodiados por la Guardia Civil y por la Policía Nacional, o al menos, eso dice la compañía en su página web.
De la Puente ni confirma ni desmiente lo de la protección y tampoco comunica la ubicación de las plantaciones. Desde el departamento de prensa de Sanidad las respuestas son igual de lacónicas: "Las cuestiones que planteas no se pueden concretar por cuestiones de seguridad y prudencia", responden.
El mayor accionista de la compañía es Torreal, en manos de Juan Abelló. Alcaliber emplea en la actualidad a más de cien personas y cuenta con dos almacenes, en Carmona y Albacete. La compañía tuvo unas ventas que superaron los 39 millones de euros en 2008, con un beneficio de siete millones de euros. Y todo indica que sus números seguirán creciendo ya que, según Sanidad, la demanda de alcaloides naturales provenientes de la adormidera es alta, tendencia que se ha mantenido en los últimos 20 años.
La variedad cultivada en España, la "nigrum", la hace difícilmente utilizable para fines ilegales, al contrario de lo que sucede con la de Afganistán, ya que la extracción de la morfina u otros alcaloides de la "nigrum" ha de hacerse siguiendo tratamientos industriales.
Lista de esperaUn intruso que accediera a las plantaciones lo tendría difícil para obtener algo más que una simple infusión. "Algunos hippies alguna vez se han colado en las plantaciones en la época de floración para llevarse la savia, pero esto lo más que puede provocar son diarreas, vómitos y malestar general", explica Ignacio Cañaveral, ingeniero agrónomo que en su día fundó Agrogesa, empresa subcontratada por Alcaliber para, entre otras responsabilidades, detectar localizaciones idóneas para sembrar.
"La adormidera florece en primavera, según las regiones y al sur, por ejemplo, se recoge en junio", comenta. "Es un cultivo elitista porque hay una limitación de superficie y además es un producto de alto valor añadido", detalla Cañaveral.
¿Cuánto se lleva el agricultor por tenerla en su finca? "Sus beneficios son equiparables al resto de cultivos de la zona, quizás algo más atractivo por su peculiaridad y por las facilidades que la empresa ofrece a los agricultores a lo largo de la campaña agrícola: desde luego, no está mal pagado, me consta que en su día había lista de espera para poder sembrarla", dice.
La amapola crece fundamentalmente en lo que se conoce como tierras de retirada (las superficies que la Política Agracia Común, PAC, obliga a dejar fuera de la producción habitual). El cultivo de opio es doblemente atractivo porque el agricultor, aparte de lo que cobra por él, percibe la subvención de la PAC por las tierras de retirada. A todas luces, un negocio redondo que cuenta con la bendición del Estado.
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