miércoles, 22 de octubre de 2008

Más de la mitad de los jóvenes beben


Los adolescentes españoles empiezan a consumir alcohol a los 14 años, con sus amigos y al aire libre. El 50 por ciento admite que lo hace a sabiendas de los padres.
Fuente: larazon.es Autor: Laura G. Rueda


El 61 por ciento de los jóvenes entre 12 y 18 años consume bebidas alcohólicas de manera ocasional; del ocho al doce por ciento (uno de cada diez) presenta una conducta de riesgo. La mitad de los padres lo saben. ¿Por qué beben? Según el doctor en Sociología y Neurociencias Francesc Xavier Altarriba, hay tres razones fundamentales: marcar una diferencia entre su rutina de lunes a viernes y el fin de semana (cuando se concentra el 90 por ciento del consumo), «vivir con la mayor intensidad el mundo lúdico» y «sentirse vinculados al grupo».
Sin embargo, ésta es sólo una síntesis de un problema que afecta a más de la mitad de los adolescentes españoles. Por ello, y para ayudar a los progenitores a afrontar la situación, Altarriba ha recopilado en su libro «¿Por qué beben? Adolescentes y Alcohol: claves para comprender a tus hijos» los resultados de un estudio realizado durante cinco años y entre 22.013 jóvenes.
El consumo de alcohol es para los jóvenes una «socialización obligatoria» para sentirse integrados. Uno de cada tres empezó en compañía de amigos y el 27 por ciento, en «botellones». Así las cosas, no resulta extraño que el 25 por ciento asocie el acto de beber alcohol con «estar a tono con los demás», «ser aceptado por el grupo» o «ligar más». Y especialmente curiosa es la actitud de las chicas ante el alcohol, ya que tienden a igualarse en su consumo «por arriba» con los chicos.
Los datos que arroja la investigación son alarmantes: la edad media de inicio en el alcohol es cada vez más temprana y se sitúa ya en los 14 años.

«Coger el punto»

Y es que para la mayoría de los adolescentes beber un poco hasta «coger el punto» es divertido y no es nada peligroso; son los adultos los que exageran las cosas. Por este motivo, Altarriba recomienda huir de «paternalismos y moralinas» e impactarles. «Si un adolescente viera una autopsia de otro, muerto en un accidente de tráfico, no conduciría habiendo consumido alcohol», explica. «La mejor forma de actuar en la adolescencia es en la infancia», añade. Es más, si se produce una adicción al alcohol en un adolescente es que «hemos llegado tarde», porque «ya se ha convertido en una pauta». «Va a haber una serie de problemas y, encima, alcohol. De hecho, en los fracasos escolares encontramos más problemas de alcohol», aclara.
El experto llama también la atención sobre el entorno en el que ha crecido una generación que denomina como «los niños de algodón», los nacidos desde mediados de los ochenta en hogares en los que «se ha perdido la familia trigeneracional en la que en casa siempre había alguien que podía educar», y añade: «Pasan mucho tiempo solos y mucho tiempo con máquinas». Por ello, es necesario «que los padres dediquen tiempo a los hijos y, si no, que se lo piensen y no tengan hijos porque se puede tener más o menos dinero, pero tiempo, todos tenemos 24 horas al día».
Por último, el experto destaca como imprescindible recuperar «la cultura del no». Además, «los profesores tienen las manos atadas y la cultura del esfuerzo no se potencia; pasan de curso con asignaturas suspensas». Es más, «el líder es el antihéroe y chicos que sacan buenas notas suspenden para no ser identificados como empollones».

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