lunes, 30 de marzo de 2009

Entrenamiento para dejar de fumar


Para dejar el tabaco no siempre es suficiente con querer. Muchos lo intentan por su cuenta sin éxito, sin embargo con apoyo profesional, acudiendo a terapia, la posibilidad de éxito es más alta.
Fuente: diariodecadiz.es Autor: N. Hidalgo

Los problemas de salud suelen ser causa determinante para el que decide dejar de fumar, pero hay otras. Para uno de los ex fumadores que asisten a la terapia del Centro de Especialidades Vargas Ponce, fue un punto de inflexión "el momento en que me di cuenta que era como un yonqui; igual que cualquier otro drogadicto me escondía en el baño, incumpliendo la ley, para tener mi dosis". Sus nietos son el motivo por el que otro de ellos decidió poner fin al vicio definitivamente: "soy el único que fuma en la familia y mi nieta me dijo un día que quería fumar como el abuelo; no quiero darle ese ejemplo".
Muchos de ellos no es la primera vez que lo intentan. La garantía está en que la experiencia apunta que los que deciden ir a terapia en grupo tienen más probabilidades de lograrlo. Los que lo han probado dicen que funciona.
Para el neumólogo Juan Manuel Gómez los que dejan de fumar son "gente excepcional". Se refiere con ello a que dado el elevado número de fumadores (33,5% de la población gaditana) son muy pocos los que dan el paso. Explica por otro lado el médico que dejar de fumar por cuenta propia, esto es, sin acudir a un especialista, es mucho más complicado. Apunta que "muchos recaen porque intentan dejar de fumar pero no están entrenados para ello, aquí se les entrena".
Para "quitarse", es esencial y prioritario, como lo recalca la enfermera Dulce Medina, saber definir la motivación real para hacerlo. A partir de ahí, el método que en Vargas Ponce utilizan para ayudar a los fumadores a abandonar el tabaco consta de dos partes, el tratamiento farmacológico y la terapia. Esta se realiza en dinámica de grupo con el fin de que el especialista sanitario pueda conocer a la persona y su tipo de adicción: "cada uno introduce el tabaco en su vida de una forma diferente. Para que sea más fácil dejarlo hay que conocer el tipo de adicción, que permite prever la recaída y saber cómo superarla". Y es que, señala, muchos creen que para superarlo sólo hay que querer, pero sin embargo eso sólo ocurre en un 98% de los casos, asegura Medina.
Cinco semanas, una sesión por semana, es lo que dura la terapia. En la primera sesión es el momento en que se insta a los futuros no fumadores a identificar los motivos por los que fuman y por los que quieren dejar de fumar. También deben reconocer su pauta de fumadores, es decir, en qué momentos fuman y qué cigarros se fuman por necesidad física o por que sí, por costumbre o gusto.
En la segunda sesión se analizan las observaciones de cada fumador en torno a lo señalado en la primera semana y se les anima a marcar una fecha, más o menos cercana según casos y necesidad, para dejarlo del todo. Dulce Medina relata que normalmente en la segunda semana muchos han reducido varios cigarros y otros ya los han eliminado todos.
Un vídeo sobre las nuevas formas de consumir tabaco, como es el tabaco masticado, es una de las herramientas que se emplean en la tercera sesión. Esto porque además de ayudar al paciente a dejar el hábito se intenta proporcionar una visión global sobre los peligros del tabaco y se transmite una actitud crítica en referencia al tema. Asimismo se realiza un seguimiento de cada caso y se insiste mucho en las herramientas para lograr que la motivación no decaiga.
Con otro vídeo sobre el tabaco desde muy distintos puntos de vista es como se inicia la terapia de la cuarta semana. Con la misma intención, crear una visión realista y crítica sobre el tabaco, se realiza un role playing, una especie de teatrillo en el que los participantes asumen papeles a favor y en contra de seguir produciendo en una tabacalera tras descubrir, en los años 60, los claros y demostrados efectos nocivos del cigarro.
En la última semana la clave está en insistir en las estrategias para afrontar los riesgos de una posible recaída. Aquí, cada circunstancia es particular. Se analiza qué momentos pueden ser difíciles para el ex fumador y cómo afrontarlos. Señala Medina que, por ejemplo, "normalmente se aconseja que, al principio, se reduzca el consumo de alcohol para que sea más fácil decir que no. Aconsejamos, incluso, dejar de hacer algunas cosas, si es preciso". La enfermera insiste al respecto en que la adicción al tabaco es una enfermedad con posibles recaídas y con un periodo de convalecencia que hay que pasar.

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