martes, 17 de marzo de 2009

Una herramienta para prevenir el consumo juvenil de alcohol


Se llama ALADO y está de estreno. La Universidad de Almería (UAL) está poniendo a prueba un programa "on line", desarrollado dentro del propio campus, que pretende reeducar, modificar y prevenir el consumo abusivo de alcohol entre los adolescentes.
Fuente: elmundo.es


Se llama ALADO y está de estreno. La Universidad de Almería (UAL) está poniendo a prueba un programa "on line", desarrollado dentro del propio campus, que pretende reeducar, modificar y prevenir el consumo abusivo de alcohol entre los adolescentes.
"Se trata de una iniciativa promovida por la Junta de Andalucía. Hemos conseguido desarrollar un "software" para su uso dentro de las aulas que pretende informar primero de los riesgos del uso de bebidas alcohólicas y, segundo, proporcionar procedimientos específicos para que a los alumnos no les pille por sorpresa la incitación al consumo y sepan decir que no", aclara a elmundo.es Inmaculada Cubero, creadora de este proyecto, junto con Jesús de la Fuente, e investigadora del departamento de Neurociencia y Ciencias de la Salud en la UAL.
Dirigido a escolares de secundaria (entre 12 y 14 años, antes de que se produzcan los primeros contactos con el alcohol y se inicie el hábito de su ingesta), este "software" (www.alado.es) consta de 24 lecciones, que se desarrollan una por semana, con un tiempo de dedicación aproximado de 45 minutos.
"Un total de cinco centros escolares están actualmente participando en la investigación. Lo que pretendemos es que, si resulta eficaz, se incluya dentro del programa curricular de las escuelas. Los alumnos realizan las sesiones con la supervisión del personal docente que decide cuándo deben dedicarse a esta actividad", insiste la profesora Cubero.
Una discoteca virtual

El proyecto "arranca" poniendo al usuario en situación. La escena transcurre con dos amigos en una discoteca. Uno (Ignacio) incita al otro (Arturo) a que se tomen juntos una cerveza. Este último, que conoce las consecuencias negativas tanto físicas como psíquicas de estas bebidas, pide consulta a la persona que se encuentra al otro lado del ordenador (el alumno) sobre qué decisión tomar.
A través de esta "encrucijada" y junto con la respuesta a otras 28 preguntas, ALADO comprueba los conocimientos que tiene el internauta sobre el alcohol. Posteriormente, y si el alumno lo desea, puede exponer sus reflexiones en un foro. Tras el cuestionario, también es posible, y de forma voluntaria, acceder a una plataforma con extensa documentación, para adquirir conocimientos y resolver cualquier duda.
Uno de los aspectos que resaltan sus creadores es que el sistema pretende también actuar sobre padres y profesores, a través de su participación en esta herramienta educativa.
Para evaluar su eficacia, los autores del proyecto realizan un cuestionario previo al inicio del programa en el que "las preguntas abarcan tres grandes campos de valoración: el conocimiento que tienen los alumnos sobre el alcohol y sus prejuicios, las actitudes que mantienen frente a él y, finalmente, su conducta. Una vez realizada esta evaluación, comienza la aplicación del método. Al finalizar el programa, que coincidirá con la conclusión de este curso, volveremos a medir los tres campos de anteriormente mencionados para sopesar si ALADO ha resultado útil", recuerda la investigadora.
Inmaculada Cubero se muestra prudente a la hora de hablar de su implantación en otras comunidades. "Estamos ante un proyecto educativo pionero, pero también piloto, cuando sepamos si funciona será el momento de ponernos en contacto con otros organismos e instituciones con el fin de que se desarrolle en toda regla".
De momento, apunta la satisfacción de profesores y usuarios a la hora de dar uso a esta herramienta.

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